Cuento de terror. En un pequeño pueblo, perdido entre
colinas y bosques densos, la niebla llegaba cada noche como un manto espeso que
envolvía todo a su paso. Los habitantes, acostumbrados a su presencia, sabían
que al caer la noche, la niebla traía consigo un aire de inquietud. Sin
embargo, desde hacía un mes, algo extraño comenzaba a suceder.
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